MADRID 179 MADRID

Fresno de Torote es un municipio despoblado y de propiedad particular, situado al Noroeste de la Comunidad de Madrid, en el denominado “Corredor del Henares”, a 15 kilómetros de Alcalá de Henares y a  35 kilómetros de Madrid.

Es un pueblo con dos núcleos urbanos, el propio Fresno de Torote (despoblado) y Serracines, ambos históricos que han discurrido por diferentes caminos hasta su unión en el siglo XIX.

En la actualidad, es en Serracines donde se desarrolla toda la actividad social y comercial del término municipal y en el que residen la casi totalidad de los habitantes de este municipio, y donde se ubican los servicios y centros de interés como: Ayuntamiento, servicio médico, instalaciones deportivas, etc.

Atendiendo a los datos históricos disponibles, se sabe que este pueblo fue fundado por el primer Marqués de Santillana en el siglo XV.

Según las “Relaciones de Felipe II”: “la dicha villa es antigua de tiempo muy antiguo, y así está fundada de tiempo muy antiguo que según han oído de más de doscientos cincuenta años, y que ha oído decir que fue fundador de la dicha villa, el Marqués de Santillana, bisabuelo del muy ilustre señor don Juan Hurtado de Mendoza, su sucesor y señor que es de la dicha villa”

Durante el siglo XVIII, Fresno de Torote seguía siendo señorío laico en manos de la misma familia, los Hurtado de Mendoza. En 1752 era el señor, el Marqués de Valdemediano, bisabuelo de don Juan Hurtado de Mendoza.

Treinta años después no hubo ningún cambio: “doce vecinos que en clase de colonos labran su término bajo un anual arrendamiento con el Excelentísimo señor Marqués de Valdemediano, dueño jurisdiccional y propietario de dicha villa y término, y a quien competen los tercios reales en la parte de diezmos, derechos de alcabalas, penas de cámara, décimas de execuciones, mostrencos y abintestatos”.

En la actualidad, tras pasar por sucesivas generaciones, se llegó al siglo XX en el que era propiedad de la Marquesa de Almenara y posteriormente de su hijo don Jaime Álvarez de las Asturias Bohorques y Silva, Conde de Torrepalma.

 “En realidad, fue un pueblo creado para albergar a los trabajadores que había en la extensa finca. Sus habitantes eran jornaleros, no eran dueños ni de las casas, ni de las tierras; trabajaban a jornal y tenían casa en usufructo mientras estuvieran trabajando allí “ (Faustino Calderón)

Las Relaciones de Felipe II no nos aporta mucha información sobre el origen de Serracines:                        “ han oído decir que es villa muy antigua de las doce villas que están sacadas del arciprestazgo de Guadalajara “

Por el contrario, en las Relaciones de Lorenzana de 1876 se afirma que: “ El transcurso y visicitud de los tiempos han consumido aquellos antiguos documentos y papeles que pudieran contribuir a formar la muy sólida y topográfica descripción de este pueblo. No obstante, los únicos modernos libros de la iglesia y algunos legajos de papeles sueltos que hay corrientes, desde los años 1570 hasta el presente, manifiestan haberse nominado siempre villa de Serracines…”

En el siglo XVI, Serracines era un señorío laico perteneciente a la famosa princesa de Éboli. La Relación de Serracines con la Casa del Infantado, posiblemente sucede a partir de que las propiedades cayeron en desgracia provocando una nueva venta.

Fue en  el siglo XIX cuando Fresno de Torote y Serracines formaron un solo municipio, y como tal se describe su economía en todos los documentos.

Andrés Marín afirma que la economía no alcanzaba las cotas deseadas debido a los problemas que existían en la actividad agrícola: “ Su agricultura no alcanza el desarrollo que alcanzar podía con las condiciones de los suelos y lo favorable de su clima; pero va sosteniéndose, aunque con apuros y fatigas, a pesar de la considerable tributación “

Se cultivaban cereales, legumbres, vid, olivos, una pequeña huerta de hortalizas y frutas regada por las pocas aguas que se recogían del Torote.

Con el gran auge de la industria en los años 60-70 del pasado siglo XX, llegó el éxodo de los jóvenes hacia la capital y los pueblos industrializados de la zona.

Esto, añadido a la mecanización de las tareas agrícolas, mermó la necesidad de mano de obra en el campo, y muchos de los habitantes decidieron trasladarse al cercano Serracines que era una pedanía, hasta tal punto, que el crecimiento de éste último provocó el traslado del Ayuntamiento y otros servicios sociales que siempre habían estado en Fresno de Torote.

En los años 70 del pasado siglo XX apenas quedaban habitantes en Fresno, sólo quedó alguna familia de trabajadores que continuó trabajando las tierras y cuidando el ganado.

LUGARES DE INTERÉS

Existen tres puntos que merecen atención en Fresno de Torote: la iglesia de la Asunción, la antigua Casa de Oficios y la ermita de la Soledad.

La iglesia de la Asunción, es un edificio sobrio y elegante de torre mudéjar con un  pequeño pórtico de entrada. En la capilla a los pies de la iglesia, se guarda un importante retablo renacentista del siglo XVI de madera dorada y policromada.

Andrés Marín aseguraba que : “ en este edificio bastante antiguo, cuenta la necesaria cabida para contener a todos sus s feligreses, no está mal restaurado y se halla dividido interiormente en los altares titulados, Mayor, del Santísimo Cristo de la Luz, de San José y de Santo Toribio. “

En el año 2001 se encontró al derribar un muro, un sarcófago que guardaba los restos de don Juan Hurtado de Mendoza y Lujan, II señor de Fresno de Torote y confesor de Carlos V muerto en 1535.

En el pequeño núcleo urbano de Fresno de Torote por la carretera de Daganzo, podemos ver a la derecha, y desde la carretera, la antigua Casa de Oficios, un caserón que perteneció al Marqués de Almenara. Llama la atención su torre-vigía que servía antiguamente para, como su nombre indica, vigilar a los trabajadores.

La ermita de la Soledad se encuentra a la salida del pueblo por la misma carretera de Daganzo y ésta se encuentra en estado de ruina. La Relaciones de Lorenzana decían sobre ella:  “ Extramuros de la referida villa, como a veinte pasos de distancia, entre mediodía y poniente, permanece una ermita de Nuestra Señora de la Soledad, pequeña en la fabrica y sin que haya en ella cosa digna de notarse “.

Así mismo, las Relaciones de Lorenzana describían la iglesia de Serracines en el siglo XVIII: “ … con la advocación del glorioso protomártir San Esteban, por cuyo motivo se conserva la fiesta anual el día tres de agosto…”

Se trata de un edificio sencillo de ladrillo y mampostería con espadaña, bajo la advocación de San Esteban Protomártir.

Actualmente esta localidad se encuentra despoblada y es de propiedad particular todo el término municipal de Fresno de Torote. Sólo residen algunos trabajadores y los guardeses, que son los que me informaron de la persona a  quién me podría dirigir para solicitar autorización para tomar fotografías y que en ese momento se encontraba en una nave junto a la carretera. Esta persona me informó muy amablemente de que todo el pueblo es de propiedad particular y está prohibido hacer fotografías como así se indica en los carteles que figuran en varias de las casas que se pueden ver desde la carretera.

Es por este motivo por lo que no puedo aportar fotografías de este “pueblo” en este trabajo y sólo expongo las que hice en Serracines.

Por otro lado, no logro entender porqué sigue figurando como un municipio de la Comunidad de Madrid cuando se trata de una finca privada. Seguro que tiene una explicación pero yo desconozco cual es.

REFERENCIA DOCUMENTAL:

  • Entre el Jarama y el Torote

COMUNIDAD DE MADRDID- DOCUMADRID: CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA

 blogspot.com

FOTOGRAFÍA:

Antonio Martínez Rodríguez


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