MADRID 179 MADRID
Entre los ríos Tajo y Tajuña, se encuentra Villarejo de Salvanés, un municipio situado en un lugar privilegiado y considerado el centro neurálgico de la Comarca de las Vegas.
Situado a 48 kilómetros de la capital de la Comunidad por la A-3 Madrid-Valencia. Posee un gran término municipal con una extensión de 118 Km2 en los que integra otras cuatro secciones:
Las Huertas de Villarejo, Buena Mesón, La Varga y Vega Corbera.
Si bien, Villarejo de Salvanés ha aumentado su población y cuenta con importantes industrias y zonas de nueva construcción, aún conserva viviendas y edificaciones oficiales que mantienen el encanto de lo rural.
Cuando paseas por este municipio notas el olor dulce que proviene de la fábrica de galletas y en las épocas de la recogida de la aceituna el aroma que desprende la cooperativa de aceite, envolviéndote en un ambiente rural y acogedor que es difícil de olvidar.
Aunque se han encontrado restos arqueológicos en el Yacimiento Arqueológico de Santa María que demuestran que hubo presencia humana en épocas anteriores, los primeros datos y documentos de que se disponen, son del siglo XI (año 1099) durante el cual Alfonso VI condona el Valle de Salvanés a la Iglesia de Toledo.
Para analizar los orígenes históricos de Villarejo de Salvanés, es necesario tener en cuenta una tradición transmitida de generación en generación hasta nuestros días entre los vecinos del municipio. Siempre se ha dicho que el nacimiento del pueblo estuvo relacionado con otro pueblo llamado Salvanés.
Andrés Marín, nos aporta algún dato sobre este tema afirmando: “ Exisitía cerca de la villa de Estremera un pequeño pueblo llamado Salvanés, situado en un sitio tan insano, que la multiplicación de enfermedades y el gran número de muertes obligó a sus habitantes a resolver su traslado a un punto más sano”
La fecha de este momento, posiblemente fuese sobre el último tercio del siglo XIV.
Existe un documento por el que Salvanés es donado a la Iglesia de Toledo en 1099 para encargarse de su repoblación.
Estas donaciones por parte de la Corona, se veían como una forma eficaz de mantener el complicado territorio que al ser frontera de territorio cristiano, sufría constantes ataques almorávides.
El inicio de la población de Villarejo va unido a la Orden Militar de Santiago, cuya creación entorno a 1170, supone una importante presencia en estos territorios, consiguiendo estabilidad en la zona.
En 1171, la Orden de Santiago recibe los territorios delimitados por el Fuero de Oreja exceptuando Alharilla y Alboer aunque un año después el rey Alfonso VIII de Castilla, dio el Castillo de Alharilla al Maestre de Santiago, D. Pedro Fernández de Fuente Escalada y el Castillo de Alharilla se incorpora al territorio, incluyendo en este momento a Salvanés.
Es a partir de este momento cuando la Orden de Santiago toma una relevante importancia ya que tendrá que enfrentarse al problema de la reclamación de los territorios por parte de la Iglesia de Toledo.
En 1240 el Comendador de Salvanés era Rodrigo Iñiguez. Desde 1243 Salvanés aparece siempre como despoblado y perteneciente a la Orden de Santiago y Villarejo como núcleo habitado.
Dentro de la organización administrativa de la Orden de Santiago, la Encomienda de Villarejo formaba parte de la Encomienda Mayor de Castilla. A partir de ese momento es conocida como la Cabeza de la Encomienda.
Las Encomiendas venían a ser señoríos dentro de los territorios santiaguistas.
La Orden entregaba parte de sus posesiones a un particular que se convertía en el Comendador de ese territorio, a cambio de obligaciones militares, económicas y religiosas con la Orden.
Ser Encomienda Mayor de Castilla, significaba ser cabeza administrativa del territorio, y el comendador vivía al menos, cuatro meses en la Villa.
Esto también suponía vivir conflictos que Villarejo tuvo que sufrir desde tiempos de Enrique IV entre las familias más poderosas.
Con los Reyes Católicos se inicia una nueva época para la Orden, la Encomienda y Villarejo. Los comendadores los nombraba el rey como pago de servicios y apoyos en determinados momentos.
Uno de los Comendadores más importantes y que más huella dejo en Villarejo fue D. Juan de Zúñiga y Avellaneda, que era el primer miembro de esta familia.
Carlos I le otorga la facultad de designar sucesor en el cargo de Comendador Mayor de Castilla. A su muerte en 1546 quedó en su cargo por designación su hijo Luis Requesens.
En los años siguientes se relajaron considerablemente las obligaciones del Comendador, pudiendo delegar obligaciones en sus hombres de confianza.
El carácter de la Encomienda sufrió un sustancial cambio en el siguiente siglo que produjo un mayor enriquecimiento de muchos nobles.
Un claro ejemplo lo tenemos en el Comendador D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, Duque de Lerma y Valido de Felipe III. El duque ocupó su cargo durante 26 años hasta su muerte en 1625, obteniendo todos los beneficios sin dedicar apenas tiempo a la Encomienda. En todo su mandato, solo pasó una noche en Villarejo.
A partir de 1811, los bienes de las Órdenes se ponen a la venta provocando la desintegración de la Encomienda Mayor de Castilla, que fue el principal motor de la historia de Villarejo de Salvanés.
Aunque en 1811, mediante una disposición derogatoria, se declaró la abolición de los señoríos, no fue hasta 1837 cuando será suprimido definitivamente el régimen señorial.
En cuanto a economía se refiere, Villarejo es a partir del siglo XII cuando se favorece desde la Orden de Santiago el desarrollo de toda la actividad ganadera y agrícola.
Las Relaciones Topográficas de Felipe II dicen «… todo el término de la dicha villa es tierra labrantía, la mayor parte de él para pan y lo que más se coge y lo que comúnmente se suele coger de diezmo un año con otro son tres mil fanegas de trigo y cebada y que se coge buena cantidad de vino que valdrá el diezmo un año con otro dos mil doscientas arrobas y así mismo se coge buena cantidad de aceite que un año con otro valdrá de diezmo setecientas arrobas y que es tierra que aunque no es demasiado gruesa la gente se sustenta de ellas y de sus trabajos”.
En el siglo XVIII, Villarejo de Salvanés seguía conservando un elevado carácter ganadero y agrícola. Durante este tiempo, la industria ocupo una parte muy pequeña en la economía de Villarejo de Salvanés.
Con la desaparición de la Encomienda Mayor de Castilla, Villarejo sufrió un importante cambio socioeconómico. A partir de 1835, con la desamortización de los bienes de las Órdenes militares, se intentó mediante subasta pública, la redistribución de las tierras, pero realmente solo unos pocos adquirieron la mayoría de los terrenos. En algunos casos, unos vecinos reunían entre ellos una importante cantidad de dinero con el que comprar grandes superficies que luego se dividían según lo que cada uno había aportado.
A su vez, esto supuso una estimable mejora del rendimiento agrícola que dio excelentes resultados durante todo el siglo XIX.
Durante el siglo XX, Villarejo sufrió un acelerado proceso de abandono progresivo de la agricultura en favor de otros sectores.
Actualmente, es la industria el sector que proporciona mayor tasa de empleo en el municipio.
La década de los 60 fue de gran desarrollo industrial. En esta época se instaló la fábrica de galleta Cuétara y, desde entonces, se ha ido consolidando como básica para la economía de este municipio.
Aunque la importancia agrícola se ha perdido considerablemente, esta actividad para muchos vecinos de Villarejo es un complemento a otros trabajos en el sector industrial o de servicios.
Otra fecha a destacar en la historia reciente, es el 9 de agosto de 1974, cuando se declararon Conjunto Histórico-Artístico el grupo de edificios formado por: la Casa de la Tercia, la Iglesia de San Andrés Apóstol y la Fortaleza de la Orden de Santiago.
También se puede destacar el 24 de julio de 1992 cuando se declararon Bienes de Interés Cultural el recinto amurallado del Castillo y la Tercia.
LUGARES DE INTERÉS
CASTILLO .- Según lo describen las Relaciones de Felipe II, el Castillo fue uno de los más importantes de la región.
Sobre la época de construcción existen diferentes versiones, algunos autores afirman que fue en el siglo XII y otros que en el siglo XV.
En los últimos años se han realizado excavaciones que nos permiten conocer la estructura antigua de la fortaleza y una datación muy aproximada y fiable.
Así, hay que distinguir diferentes fases, la Torre del Homenaje data de finales del siglo XIV o principios del XV. A principios del siglo XVI, el torreón se quedó pequeño pero el muro exterior no dejaba espacio para una posible ampliación, por lo que tuvieron que construir un nuevo recinto, que no duró mucho tiempo por la perdida de protagonismo de la Orden de Santiago que provocó el deterioro de sus posesiones.
Hoy solo se conserva la Torre del Homenaje pero las excavaciones que se están realizando permiten descubrir los cimientos del recinto antiguo.
IGLESIA DE SAN ANDRÉS .- No se conoce con exactitud la fecha de construcción, pero durante las obras de reconstrucción se encontró una lápida en la que aparece la fecha de 1410, lo que hace suponer que se construyó a finales del siglo XIV.
Sí se sabe que la fundación es obra de la Orden de Santiago tanto por la fecha de construcción como por la Cruz de Santiago que aparece en diferentes lugares del edificio.
Durante la Guerra Civil, la iglesia sufrió importantes daños y desaparecieron multitud de ornamentos. En posteriores restauraciones, el aspecto de la iglesia sufrió un cambio radical en algunas de sus partes, entre las que destaca la torre.
CASA DE LA TERCIA .- La Casa de la Tercia es un edificio que se encuentra en la calle de la Encomienda y que, con la Encomienda Mayor de Castilla se convirtió en el centro económico de Villarejo.
Debe su nombre a la tercera parte de los tributos que recibía el Comendador y que quedaban para su uso. En principio, era conocida como Casa de la Encomienda y el nombre de Casa de la Tercia, aparece en documentos de muy avanzado el siglo XVI.
Aquí se almacenaba grano, vino, aceite y todo cuanto la Encomienda recaudaba en especie. Durante algún tiempo tuvo otra función, ya que en ella se instaló la capilla de la Virgen de la victoria de Lepanto cuando llegó a Villarejo en 1572 y al mismo tiempo sirvió de alojamiento a los franciscanos del convento hasta que el edificio estuvo terminado.
CONVENTO DE NTRA. SRA. DE LEPANTO .- Este edificio se levantó para agradecer la ayuda divina en la victoria de las tropas de D. Juan de Austria en 1571. Su fundación está directamente ligada a la intervención de D. Luis Requesens, Comendador Mayor de Castilla en la batalla de Lepanto.
La información que se dispone parece confirmar que el convento se comenzó a construir en los terrenos de la Encomienda hacia 1573 y las obras se prolongaron hasta los primeros años del siglo siguiente.
Tanto el templo como el convento están construidos en piedra con un estilo muy sobrio y líneas simples.
En el exterior del templo destaca la espadaña-campanario en ladrillo de estilo mudéjar con una gran calidad artística. En el interior se encuentra la imagen de la Virgen que llegó a Villarejo de Salvanés rodeada de leyenda.
Una de las tradiciones cuenta que D. Luis de Requesens llevó en su barco esta imagen al entrar en batalla en Lepanto al igual que el Cristo de Lepanto viajaba en la galera de D. Juan de Austria.
El edificio del convento es hoy Escuela de Formación Profesional y en su momento contó con una magnifica biblioteca y un huerto que servía para la manutención de los monjes.
CINE PARÍS.- La idea de hacer en Villarejo de Salvanés un cine-museo es de un vecino del municipio, Carlos Jiménez amante del sétimo arte y propietario tanto de la sala como de la colección.
ANTIGUO HOSPITAL.- Estamos ante un edificio que constata la evolución de los pueblos y la necesidad de aprovechar espacios ya existentes.
El Antiguo Hospital de Villarejo ha tenido múltiples utilidades. Construido en el S.XVIII, probablemente sustituyendo las funciones de un hospital para pobres y transeúntes que se sustentaba de limosnas, y que se sabe existía en Villarejo desde el S. XVI, aunque no es seguro que estuviera ubicado en el mismo lugar. Siglos después también estuvieron situadas es este espacio las escuelas, y por algunos momentos sirvió de viviendas de familias, hasta su abandono y posterior recuperación como Centro Municipal de Salud en 1995.
Desde 1855 se vincula a este hospital el doctor Mariano Benavente, padre del escritor y premio Nobel Jacinto Benavente. El que ejerciera en Villarejo como médico rural sería luego uno de los primeros directores del Hospital Niño Jesús y considerado impulsor de la pediatría moderna.
ERMITA DE SAN ISIDRO:
Ermita en honor a San Isidro en Villarejo de Salvanés.
Junto a la Ermita encontramos la Fuente Lavadero del pozo Marcos.
FUENTE LAVADERO DEL POZO MARCOS.- Fue construida en el siglo XVIII con piedra procedente de Colmenar de Oreja.
En torno al agua se crea un espacio social para las mujeres que era típico a finales del siglo XVIII y durante casi todo el siglo XIX.
Está conformado por un pilón en forma de L, que también hacia las veces de abrevadero, construido con bloques de piedra caliza en el que desembocan las aguas provenientes de dos caños alimentados por un manantial.
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE SANTA MARÍA.- Se encuentra a unos 5 kilómetros de Villarejo y es conocido por ser un importante sitio arqueológico que ha proporcionado valiosa información sobre la prehistoria y la historia antigua de la región. Este yacimiento ha revelado restos de asentamientos humanos que datan de diferentes períodos, incluyendo la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Durante nuestra visita en Villarejo de Salvanés, seguimos la ruta para llegar hasta la zona donde se encuentra este yacimiento. Esta ruta está indicada en un cartel a la salida del municipio, pero es la única información que existe durante todo el recorrido.
Uno de los hallazgos más destacados en Villarejo de Salvanés es la presencia de estructuras arquitectónicas, herramientas de piedra y cerámica, que ofrecen una visión sobre la vida cotidiana de las comunidades que habitaron la zona.
Al llegar a la distancia aproximada del recorrido en la que según todas las informaciones se encuentra dicho yacimiento, comprobamos que no es posible acceder ni ver ninguna edificación primitiva ni restos de la misma desde el camino
Gracias a las indicaciones de un vecino que por allí pasaba con su tractor, conseguimos llegar hasta la loma en la que se encuentran estos restos arqueológicos. Al parecer, la gran mayoría fueron cubiertos para protegerlos, y esto ha llevado a que su localización sea muy complicada porque no existe ninguna indicación desde el camino.
Nosotros únicamente pudimos ver en la loma de referencia, lo que parece el horno cerámico al que se refieren todas las informaciones, y algunos restos de los que parecen ser muros delimitadores de estancias en viviendas.
Cabe destacar, que esta ruta nos lleva por unos bellos parajes rurales, repletos de olivos y viñas durante los kilómetros que discurren por ésta, y otras rutas de la zona.
En la web castillos .net podemos ver una breve descripción: “El sector de ocupación más antiguo es una pequeña elevación de casi 700 metros de altura sobre el nivel del mar, rodeada de por tres recintos amurallados, que los arqueólogos han denominado Castro, y que correspondería a un poblado carpetano (pueblo de origen íbero) del periodo Calcolítico, en plena época del Bronce Medio. De este periodo se han excavado una necrópolis y enterramientos.
Al norte del yacimiento se ha encontrado un horno cerámico, varias construcciones y una calzada romana de época Alto imperial (siglos III al IV), calles rectilíneas orientadas de norte a sur y de este a oeste con restos de casas a ambos lados de las calles…”
REFERENCIA DOCUMENTAL:
- www.unaventanadesdemadrid.com (Lourdes Morales Farfán. Licenciada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos.)
- Página web del Ayuntamiento de Villarejo de Salvanés
- Aranjuez y la Vega del Tajo
- Documadrid – Consejería de Educación y Cultura. Comunidad de Madrid
- De los textos: Documadrid (Reyes García Valcárcel, Ana María Écija Moreno y Soledad Valcárcel Moreno).
- www.castillos.net
- alcabalavillarejo.blogspot.com
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